Ciudad Juárez es sinónimo de narcotráfico, asesinatos, delincuencia y el mover de la iglesia
Fuente: CBN News
Ciudad Juárez, Chihuahua, México.- La lucha entre los carteles de drogas rivales en México ha causado miles de asesinatos en los últimos meses. En la ciudad fronteriza de Juárez criminales enmascarados han robado y asesinado impunemente.
En esta ciudad industrial ubicada frente a El Paso, Texas, hubo casi dos mil asesinatos el año pasado. Las autoridades de la ciudad han tenido que renunciar o han salido huyendo.
El Congreso estadounidense está pensando enviar tropas para evitar que la violencia traspase la frontera.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, ha tomado medidas severas en muchas partes del país para controlar la violencia. En Juárez, más de cinco mil soldados mexicanos patrullan las calles junto a policías federales.
En la entrada de la ciudad fue frecuente ver la llegada de convoys de policías militares de Chihuahua…han enviado más de mil soldados adicionales, con perros y armados hasta los dientes, para detener la violencia.
Todo esto aparentemente ha dado resultado. Visitamos el hospital general en Juárez para hablar con médicos en la sala de emergencia que literalmente tienen el dedo en el pulso de la ciudad.
Así lo confirma el doctor Jorge Franco Balderas, Sub-director del Hospital de Ciudad Juárez, “ha mejorado hemos visto un poco más de tranquilidad, los mismos ciudadanos se sienten más tranquilos, aquí en el hospital cuando han estado los soldados dan tranquilidad a nuestro personal. Se ha visto una ligera mejoría con la presencia de los militares”.
Una de las mayores preocupaciones es que la violencia pase al norte. El Congreso ha señalado que enviará tropas a la frontera si fuera necesario. Pero según la patrulla fronteriza el aumento en la vigilancia ha preservado la paz en el paso.
“Realmente no hemos visto que la violencia haya pasado la frontera. Hemos visto que individuos heridos en México han sido llevados a los puntos de entrada y traídos a hospitales aquí en Estados Unidos. En los últimos años lo que hemos visto es un aumento de violencia contra algunos de nuestros agentes. Entre más éxito tenemos controlando la frontera, más se van desesperando los contrabandistas”, dice Jorge Romero de la patrulla fronteriza.
Pero Roberto Hernández. Cónsul General en El Paso, dice que se necesita más cooperación a ambos lados de la frontera. “No importa cuántos carteles tengamos en México, no importa cuántos consumidores tengan en Estados Unidos, es un asunto de responsabilidad compartida la lucha contra el crimen organizado y es una responsabilidad global. Estamos comprometidos a hacerlo”.
Con la advertencia del Departamento de Estado sobre el peligro de viajar a México, las vacaciones de primavera han producido muy poco ingreso este año. Algunos residentes piensan que el gobierno y los turistas están exagerando el problema de la violencia.
El empresario Steve Calvert vino a México hace ocho años para poner un negocio de pesca. “No puedes juzgar a Estados Unidos por lo que pasa en Los Ángeles a las dos de la madrugada, por eso no es justo juzgar a México por lo que pasa en Juárez”.
San Carlos, un balneario al norte de Mazatlán, normalmente está lleno de turistas en esta época. Ahora sus playas y negocios están casi vacíos, empeorando una economía ya debilitada.
“En mi negocio estamos más o menos al 50% este año. Creo que la economía en estados unidos es un gran factor”, dice Calvert.
Las cosas se pusieron tan mal aquí en Juárez que hace unas semanas cerraron el aeropuerto. Pero ahora con la llegada de las tropas, la violencia ha bajado mucho, las cosas han mejorado mucho, y la gente de Juárez está muy agradecida.
Terry Bilderback dirige el trabajo misionero de la Primera Iglesia Bautista del paso. “Históricamente hemos tenido grupos que quieren venir de todo estados unidos para involucrarse en misiones. Ahora hemos visto una reducción en el número de personas dispuestas a venir y cruzar la frontera. Además, nuestra iglesia ha reducido su propia obra misionera en México”.
El impulso hacia la paz e intervención divina es fuerte. Hace unos días un grupo de 800 iglesias de Juárez sostuvieron una vigilia de oración frente al Palacio Municipal, rogando a Dios que traiga paz a la ciudad.
Greg Ramírez, un participante de esta oración explica que “venimos a orar cada día, 24 horas al día. Anoche tuvimos entre 300 y 350 pero cuando terminemos espero tengamos unas 500 personas. Amamos esta ciudad.”
También esperan que los grupos misioneros regresen.
“Estamos orando para que vengan este año, porque es una bendición que ellos vengan.”
En este momento nadie puede decir si el aumento de fuerzas militares mexicanas podrá acabar la violencia. El gobierno de Estados Unidos sigue poniendo sus ojos en la frontera. Mientras tanto, estos hombres y mujeres cristianos están orando para que la delicada paz del momento sea permanente.
© 2009 Secosice, A. C.
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