miércoles, 1 de abril de 2009

Las Iglesias Hispanas tienen un gran reto: deben entender la realidad de los hogares.

Estados Unidos Carolina del Norte, USA.- (SECOSICE) Con el sonido del shofar [trompeta hecha de cuernos de carnero], con el que el pueblo Israelí proclamaba la presencia Dios, se inauguró el primer culto unido de iglesias en Charlotte.

En esta histórica ocasión, pastores y congregaciones de más de 40 iglesias oraron, danzaron y entonaron cánticos de alabanza, pidieron bendición y prosperidad para Charlotte y se comprometieron a levantar a la comunidad hispana.

El anfitrión, el Pastor Mariano Guzmán, de la Iglesia Pentecostal Lirio de Los Valles, en Keller Avenue, dio la bienvenida a cerca de 1,000 personas.

El evento es un esfuerzo de la Asociación de Pastores de Charlotte, fundada hace dos años.

Para Guzmán, este culto significa unidad espiritual, romper el hielo entre congregaciones y trabajar en una misma vertiente. “Bajo este concepto, las iglesias se preyectarán al pueblo hispano.

Deseamos sacarlo de las calles, de la drogadicción, del alcoholismo y de lo que lo encadene”, dijo. Carlos Augusto Cárdenas, 22 años, tiene un compromiso espiritual sólido con los desvalidos y otros jóvenes que ve hundirse con problemas familiares y con depresión. “Muchos terminan quitándose la vida, porque no conocen a Jesucristo, y nosotros podemos llevarles la buena nueva”, dijo.

Más que con palabras, Dorian Restrepo predica con en el ejemplo, y en su testimonio no deja duda de que hay salida para los problemas. “Hay mucha gente sin trabajo, sin dinero, preocupada por mañana. Creen que los vicios y el sexo desenfrenado son el remedio o alivio para lo que sienten”, dijo el joven, que quiso suicidarse.

Según Adrián de Jesús, del Centro Cristiano Elohin, las iglesias hispanas tienen un gran reto: deben entender la realidad de los hogares.
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