San Salvador, El Salvador.- Con más de 20 años de pertenecer a la iglesia Episcopal, Rosa Irma Guerra de Alvarado se convirtió en la primera mujer salvadoreña en ser ordenada diácona, que quiere decir “al servicio de la iglesia”.Este es el último paso antes de convertirse en sacerdotisa. “Es una emoción muy grande para mí, es un deseo que yo tenía desde hace muchos años, es un reto para mí como mujer”, dijo de Alvarado.
La Iglesia Episcopal de El Salvador realizó el pasado viernes, en una solemne eucaristía, la ordenación de Alvarado, como la primera mujer Diacono de esta congregación.
El evento fue celebrado por el Obispo Martín Barahona, en el Templo de San Juan Evangelista, sede de la Iglesia Episcopal en esta capital, en el marco de la apertura de la XLI Asamblea Anual de la Iglesia Anglicana Salvadoreña.
La liturgia de la ordenación para Diacono, consiste en una eucaristía donde el obispo celebrante impone sus manos sobre el ordenado, como signo de transferencia de la fe de los apóstoles a los obispos y de los obispos a los nuevos reverendos. Luego se reviste al diácono con una estola y se le entrega una Biblia en señal de autoridad para proclamar la Palabra de Dios y para ayudar en la administración de sus santos sacramentos.
La nueva diácono ha trabajado durante 7 años como promotora pastoral juvenil, ha sido integrante de la comisión de ministerio, presidenta del comité diocesano de mujeres, y actualmente se encontraba dirigiendo el ministerio juvenil de la misión San Francisco de Asís, en Lourdes Colón.
Ahora se dedicará de lleno a trabajar en el templo San Francisco de Asís. «Mi objetivo principal será evangelizar, principalmente a niños y jóvenes, ya que somos una congregación con poca gente», afirma.
Para llegar hasta este momento, de Alvarado realizó sus estudios de Teología, indispensables para aspirar al diaconado, en el Centro de Anglicano de Estudios Superiores. Pero lo más importante es la vocación y el llamado que cada aspirante debe sentir.
La Iglesia Anglicana, miembro de la Comunión Anglicana, permite la ordenación de mujeres y que sus sacerdotes se casen. Irma está casada con el reverendo David Alvarado, de la congregación, y es madre de dos hijos, quienes la acompañaron en su ordenación. Para el próximo año podría convertirse en sacerdote, y con esto ser la primera mujer salvadoreña en hacerlo.
Ahora, la nueva diácona asume nuevos retos para trabajar en la comunidad. “Realmente es un reto, soy la primera mujer en ser ordenada y todos mis compañeros son hombres, pero ha existido mucha de apertura de parte de la iglesia para que pueda trabajar”, expresó. Además, existen otras mujeres de la Iglesia, entre ellas una periodista, que se encuentran en el proceso para la ordenación.
Fuente: ¡Amén-Amén! Noticias
