
Si bien se especulaba con que el crimen se produjo en el marco de un intento de asalto, versiones de allegados a la víctima, que indicaron que había escapado de otro ataque similar minutos atrás dieron lugar a otras hipótesis. De acuerdo con la versión difundida por fuentes de la Policía local, el pastor evangélico Darío Humberto Ochoa, de 38 años, se movilizaba en su automóvil Audi junto a su amigo Angel Casonda, de 23, por las calles del barrio Huarpes, en el Gran Mendoza, cuando se les cruzó un grupo de sujetos armados.
Ochoa aceleró e intentó escapar, por lo que los deconocidos abrieron fuego y uno de los disparos dio en su pecho. A pesar de estar mal herido, condujo hasta una comisaría cercana, pero al llegar murió en forma inmediata.
No obstante, una versión de una hermana de la víctima difundida por el sitio de un diario local, indicó que el pastor y Casonda ya habían sido objeto de otro intento de ataque. Fue minutos antes del asesinato, cuando Ochoa llevó a Casonda a su casa y se quedaron hablando en la puerta.
En ese momento aparecieron dos desconocidos que se pararon detrás del auto con intención amenazante, fue entonces cuando los dos hombres se subieron al auto y decidieron dar una vuelta para despistar. De acuerdo con esa versión, luego de varios minutos, los dos hombres volvieron al mismo lugar y fueron atacados a tiros por dos individuos, los cuales Casonda no pudo identificar como los mismos que habrían intentado el primer ataque.