Ciudad de México.- (SECOSICE) Mientras los líderes del PRD en la ciudad y diputados federales exigieron frenar las críticas y sancionar a la Iglesia católica por oponerse a las reformas que permiten las bodas entre personas del mismo sexo y puedan adoptar niños; la dirigencia nacional del sol azteca metió reversa y aseguró que ya no tiene intención de presentar denuncia alguna.De esta forma, el partido se dividió en torno a las críticas que lanzó el clero en contra del PRD, por las reformas que ha aprobado últimamente en la Asamblea Legislativa, pero sobre todo por la nueva ley de matrimonios gay.
Hace unas semanas, el presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, amagó con presentar un recurso legal si el clero continuaba con la campaña de desprestigio contra su partido; pero ayer se limitó a pedirles prudencia a los ministros de culto de todas las iglesias.
”Yo no tengo hoy intención de demandarlos, los llamo a la sensatez y a la prudencia a todos los ministros religiosos... no queremos ninguna confrontación y llamamos a que podamos encontrar un punto de encuentro en el marco de las leyes que nos rigen en nuestro país”, sostuvo el dirigente perredista.
Por el contrario, Manuel Oropeza, líder del PRD en la ciudad de México, exigió a la Secretaría de Gobernación sancionar a la Iglesia católica, y en especial, al cardenal Norberto Rivera por involucrarse en las cuestiones políticas, con lo que viola el artículo 130 de la Constitución, el cual dice:
“Los ministros no podrán asociarse con fines políticos, ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco podrán, en reunión pública, en actos de culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o sus instituciones, ni agraviar de cualquier forma los símbolos patrios”.
“El cardenal Norberto Rivera desconoce que en México, desde el siglo XIX, a costa de grandes sacrificios existe un Estado laico, que establece la autonomía de las instituciones públicas y de la sociedad civil, respecto de las iglesias” agregó.
Por ello acusó a Rivera Carrera de realizar afirmaciones, que a su consideración son “sumamente graves”; pero dijo estar dispuesto a discutir con la Iglesia —de manera seria e informada— sobre el tema, pero no a debatir sobre dogmas de fe.
SAN LAZARO. Mientras tanto, los legisladores federales exigieron a la Iglesia católica “que se dedique al púlpito y no a hacer política”, lo que tiene prohibido por ley, y le demandó que deje atrás su campaña en contra de las reformas recientemente aprobadas que permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo y que les da a éstos derecho de adopción.
La diputada Enoé Uranga, secretaria de la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara baja, envió una carta al procurador General de la República, Arturo Chávez Chávez, en la que le advierte que será llamado “a cuentas” si cede a la presión de diversas iglesias para que presente una acción de inconstitucionalidad en contra de dichas reformas.
Por su parte, el vicecoordinador del PRI, César Augusto Santiago, demandó a las jerarquías religiosas que “eviten protagonismos y respeten el Estado de Derecho. Lo que urge en la Iglesia es un poco de prudencia y sensatez. Sólo falta que frente a la crisis económica; la crisis de seguridad pública y la crisis de credibilidad del gobierno, ahora surja una crisis religiosa”, alertó.