
El político quien ha perdido muchos seguidores y hasta ha sido relegado de las filas del partido que lo llevo a competir por la presidencia de la republica en el 2006, ahora propone que los principales frentes religiosos del país como los católicos, ortodoxos y evangélicos se unan para pedir que su voz sea tomada en cuenta en las decisiones de la vida política nacional. Olvidando al parecer por completo que en la historia de México hay un amplio capítulo denominado “Reforma” la cual determino la separación total del estado y la Iglesia.
Lo realmente triste es que lo que alcanza a apreciarse no es que esto se de por la genuina convicción de los valores de fe o familiares sino por lo que representa el apoyo de millones de creyentes que en aras de detener algo que atenta contra sus principios de fe, pueda brindar oposición al actual gobierno y muchos votos en las urnas en próximas elecciones.
Líderes del Catolicismo declaran que jamás se someterán a las leyes humanas antes que a las de divinas, olvidando que la misma Biblia nos enseña a obedecer y orar por nuestras autoridades y gobernantes.
Si bien no se puede estar de acuerdo con todas las decisiones tomadas por los poderes ejecutivo, legislativo o judicial; tampoco es la solución unirse a grupos que promueven protestas, marchas, plantones y desestimación de las instituciones y gobernantes actuales.
Habrá que ser muy sabios para discernir lo que realmente ayude al bienestar de la sociedad que ante los intereses de los diferentes partidos políticos a veces pareciera ser lo menos importante.