domingo, 19 de abril de 2009

Residentes cristianos afrontan encierro en Cisjordania

Fuente: Reuters
Editado en español por Marion Giraldo

BEIT SAHOUR, Cisjordania (Reuters).- Los residentes cristianos de un proyecto de viviendas en la ciudad cisjordana de Beit Sahour dicen que Israel está rodeando su comunidad con una carretera de seguridad, a fin de separarlos de un asentamiento judío cercano.

"Con esta situación nos pondrán en una jaula, en un zoológico", dijo William Sahouri, de 42 años, un residente y miembro del comité de vivienda del proyecto. "No seremos capaces de expandirnos", agregó.

El proyecto se encuentra cerca de Belén, al sur de Jerusalén, donde la familia griega ortodoxa Sahouri vive en una moderna casa de tres habitaciones, con dos televisores de pantalla plana y una pequeña barra que exhibe una colección de whisky y otros licores.

Mientras sus vecinos judíos celebraban la Pascua la semana pasada, ellos ayunaban para la Cuaresma de cara a la celebración ortodoxa de la resurección de Cristo y su casa desbordaba con el delicioso aroma de sopa de lentejas.

Saliendo al balcón de su habitación principal, Sahouri señala a una carretera de seguridad israelí, con vallas de advertencia electrónica, que se encuentra a 30 metros de su edificio de departamentos. Sólo vehículos del Ejército israelí pueden usar esta carretera para patrullar la zona.

El ruido de tractores y excavadoras es una molestia constante, sostiene Sahouri. Una vez terminada, la carretera circundará toda la zona, forzando a los residentes a entrar y salir por una compuerta controlada por israelíes.

El destino de Beit Sahour fue decidido por una orden israelí emitida en el 2003 por parte de Moshe Kaplinsky, el entonces jefe del Comando Central del Ejército que incluye a Judea y Samaria: los nombres bíblicos que los israelíes usan para la Cisjordania ocupada.

"Anuncio por este medio la toma de tierras con propósitos militares", decía la orden, acompañada de mapas que mostraban cómo el proyecto de viviendas pronto quedaría aislado, junto a otras casas palestinas y algunas tierras de labranza.

Al otro lado del valle de Beit Sahour se encuentra el creciente asentamiento judío de Har Homa, al sur de Jerusalén.

La construcción en Har Homa y Beit Sahour comenzó más o menos simultáneamente a fines de la década de 1990. Mientras que Har Homa ahora es hogar de miles de familias judías, la obra de Beit Sahour todavía está incompleta.

En el 2002, las autoridades israelíes emitieron órdenes para la demolición del proyecto de vivienda. Las órdenes han quedado en suspenso pero todavía penden sobre las cabezas de los residentes.

Cuando fue difundida por primera vez, la construcción quedó paralizada por ocho meses y el temor se propagó entre la comunidad. El comité del proyecto convocó a todos los que tenían una participación en el proyecto y se acordó seguir la edificación a pesar de los riesgos.

TERRENOS DE LA IGLESIA

Pensado en crear viviendas accesibles para familias jóvenes sobre tierras alquiladas a la Iglesia Ortodoxa Griega, el proyecto consiste en 15 edificios, cada uno con ocho departamentos individuales. Una iglesia comunitaria todavía está en la etapa preliminar.

Sesenta y cuatro familias ahora residen en 10 edificios terminados. Con pocas excepciones, estas son ortodoxas griegas de Beit Sahour. Para comprar un departamento las personas deben tener un ingreso limitado, estar necesitadas de vivienda y no poseer tierras en ningún otro lugar.

Sahouri vivía en la casa de sus padres antes de mudarse al proyecto siete años atrás.

"Este es el único lugar. No hay tierras hacia las que expandirse. Beit Sahour es parte de nuestra identidad. No podemos irnos a ningún otro lado", dijo Sahouri.

El turismo en la zona se ha desplomado fuertemente desde el 2002, cuando una incursión israelí a Belén dio lugar a un extenso distanciamiento con los militantes palestinos atrapados en la Iglesia de la Natividad.

Estoy llevó a que los residentes de Belén y de los pueblos cristianos vecinos de Beit Jala y Beit Sahour a emigrar en grandes cantidades, relató Claudette Habash, miembro del comité presidencial palestino para asuntos cristianos.

La apropiación de tierras por parte de Israel para construir un asentamiento ha golpeado duro a la comunidad de Beit Sahour.

"Ha sido flagrante la expropiación de propiedades. La gente perdió la esperanza de una posibilidad de paz", manifestó Habash.

Proyectos de vivienda como este alentaron a la comunidad cristiana palestina a quedarse en su patria, indicó.

"En nuestra cultura, si tienes un techo sobre tu cabeza estás a salvo. Si el pueblo de Beit Sahour tuviera 1.000 dólares en sus bolsillos, comenzaría a construir",, aseguró.

Las medidas israelíes a las que se enfrenta el proyecto habitacional ortodoxo griego son un constante recordatorio de la inestabilidad en la que viven los palestinos y un incentivo para que la comunidad cristiana huya.

"Nosotros somos siete hermanos, pero aquí sólo quedamos tres. El resto ha emigrado", dijo Sahouri.

El Ejército israelí se negó a hacer comentarios, pero fuentes militares dijeron que la seguridad fue el motivo de la medida.

"El recorrido de la valla de seguridad está determinado en base a las consideraciones para prevenir filtraciones terroristas a Israel", dijo la fuente a Reuters.

Israel dice que su valla ha reducido la capacidad de militantes palestinos de lanzar ataques suicidas. Pero los palestinos denuncian una expropiación de tierras.

"No es de su propiedad y ellos la toman contra la voluntad de uno", dijo Yassar Qumsieh, quien se mudó junto a su esposa al departamento de Beit Sahour en el 2006.

"No sé cómo describir esta sensación. Llamarla injusticia parece estúpido porque no es una palabra suficientemente grande", agregó.
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