New York, USA.- (SECOSICE) Los dos casos de fraude de fe denunciados por EL DIARIO/LA PRENSA en los últimos nueve meses tienen algo en común: un misterioso estudio de grabación subterráneo ubicado en la calle 40 con Junction Boulevard, en Queens.En ambos casos, Pastores Evangélicos Cristianos prometieron a personas indocumentadas de Queens procesar sus papeles de inmigración a cambio de dinero en efectivo. EL DIARIO/LA PRENSA halló en su investigación que en ambos casos las transacciones de dinero fueron hechas en el mismo estudio de grabación.
En el caso de julio del año pasado, las pastoras Luz Linares y Victoria Libertad llegaron de la Florida. En el nuevo fraude de la semana pasada, los pastores Gregorio Gonzales y Gerardo Bello llegaron de Westchester, Connecticut.
El 3 de julio del año pasado esta reportera fue testigo de cómo las pastoras Linares y Libertad estafaron a nueve personas dentro del estudio subterráneo de grabación, donde pidieron $600 a personas a cambio de papeles.
Este caso fue denunciado en el artículo del 9 de julio del 2008, en el que se reveló cómo las pastoras convencieron a más de 40 feligreses de la Iglesia Cristiana Ministerio de Restauración Profético Misionero, en la calle 102 y Northern Boulevard, de entregarles $600 en efectivo a cambio de procesarles tarjetas de residencia. Meses después, la oficina del Fiscal General del Estado interrogó a la pastoras.
El segundo caso de fraude llegó a la corte criminal de Queens el jueves pasado. Los pastores ecuatorianos Gregorio Gonzales y Gerardo Bello, de la recién fundada iglesia Roca de la Salvación Eterna en el 98-14 de la Avenida 41 de Corona, Queens, enfrentaron cargos por estafar a más de 70 inmigrantes, muchos de ellos ecuatorianos y a quienes supuestamente cobraron $8,000 por procesar papeles de inmigración.
Gonzales apareció en Queens, hace menos de un año, con el nuevo título de pastor, donde creó la iglesia Roca de La Salvación Eterna. También era dueño del estudio de grabación Kenny Studios donde sus co-pastores trabajaban.
“A principios de noviembre gente que no era de la congregación empezó a llegar al estudio y lo llamaban señor en vez de pastor y salían furiosas”, reveló Felipe Idrovo, co-pastor de la iglesia de Gregorio, quien trabajó como productor de eventos y video en el estudio, y como profesor de Biblia en la iglesia.
“La sobrina de Gregorio tenía un escritorio aparte en el estudio, donde sólo llamaba a gente de una lista y les decía que era de parte del señor Gregorio y que la cita se había postergado”, recordó Idrovo.
Durante los meses que Idrovo trabajó en el estudio y predicó en la iglesia nunca se imaginó que Gonzales estuviera estafando a personas. Idrovo se enteró una noche de febrero cuando una mujer llegó a la iglesia mientras él daba clase de Biblia.
Esta mujer, que Idrovo no quiso identificar, preguntó por Gonzales. Al Idrovo responder que el pastor no se encontraba, la mujer le contó entre sollozos que le había entregado al pastor Gonzales $72,000 para procesar papeles para ocho miembros de su familia.
Un sobrino del pastor González contactó a la mujer y le contó que su tío estaba procesando papeles a los cristianos evangélicos, pero por ella no pertenecer a la congregación, porque era católica, le tocaba pagar $9,000, según relató la mujer a Idrovo. Idrovo dice que ahí entendió porqué tanta gente que no pertenecía a su congregación venía a buscar al pastor y relata la angustia que sintió al saber que su pastor estaba involucrado en actividades ilegales.
Desde entonces, Idrovo ha estado en contacto con la oficina del Fiscal General del Estado y la Fiscalía de Queens, y su ayuda ha sido clave en el caso.
“Yo sólo quiero que la gente no confunda la iglesia con lo que hizo Gregorio Gonzales”, apuntó Idrovo.
Idrovo trabajó en el estudio subterráneo hasta diciembre del 2008 y el pasado febrero, cuando los pastores Gonzales y Bello dejaron de asistir al servicio, él dejó de practicar su fe cuando las puertas de la iglesia se cerraron.
“El último sábado que hubo servicio, más de 20 personas esperaron fuera de la iglesia buscando a Gonzales”, dijo.
Para entonces, los pastores Gonzales y Bello se habían dado a la fuga antes de ser capturados por la Fiscalía de Queens a finales de marzo.
La Fiscalía Estatal de Nueva York y la Fiscalía de Queens continuaban investigando el caso.
