Fuente: entreCristianos
Wayne Simien, jugador profesional de la NBA en el 2006 y pivot americano del Cáceres 2016 Basket ha decidido ser pastor. Dejó el Cáceres tras 15 partidos por problemas de salud de un familiar, pero ahora da un vuelco a su vida pues se dedicará al pastorado a sus 26 años.
"A decir verdad, he de reconocer que era un completo idiota. Era arrogante, sólo pensaba en mí mismo y encima era un adúltero. Como jugador de la Universidad de Kansas, tenía a mi disposición todo lo que puede hacer feliz a un ser humano. Tenía fama, un contrato esperándome en la NBA, todo el alcohol, las drogas y las mujeres que quería... De todas maneras, buscaba algo más, ya que todo aquello no me llenaba. Lo encontré en el Reino de Dios. Estudié la vida de Jesucristo y cómo sus acciones tuvieron un gran impacto en mucha gente. Me di cuenta de que quería ser la mejor persona posible para hacer como él. Cuando Dios vino a mí en el momento que afrontaba mi temporada junior, me cambió totalmente. Puedo asegurar que soy como soy gracias a la gloria de Jesucristo".
Todo el mundo que ha coincidido con Wayne Simien a lo largo de su trayectoria como jugador de baloncesto puede constatar la importancia que el cristianismo religión tiene en su vida. Cuando jugaba en Kansas, sus compañeros le llamaban Preach (predicar) por su pasión por difundir la palabra de Dios al que quisiera escucharle.
Cuando pasó a la NBA de la mano de los Miami Heat, equipo que le eligió en el puesto 29 del draft de 2005 y con el que ganó un anillo de campeón, un compañero dijo de él que "su forma de actuar es justo la contraria a todo lo malo que se ve en esta liga".
Sus continuas lesiones no le dejaron progresar en la mejor liga del mundo y el último equipo que disfrutó del talento de este ala-pívot de 2,06 y 26 años fue el Cáceres de LEB, donde promedió 16,8 puntos y 8,2 rebotes. Desde la ciudad extremeña aseguran que "es un gran jugador sobre la cancha y un hombre muy correcto. Desde el principio quedó claro que su fe era muy importante para él.
Esa faceta de su vida le hacía decantarse por John McCain en lugar de por Barack Obama en las elecciones de Estados Unidos. Finalmente se marchó, aduciendo que una persona muy importante en su vida, a la que él consideraba como un hermano, estaba gravemente enferma". Ni ofertas de clubes de gran solera como el Maccabi le hicieron replantearse su situación. Ahora, ha decidido dar un paso más en su estrecha relación con Dios al anunciar su retirada del baloncesto profesional para dedicarse a su labor como ministro cristiano.
Simien, una institución en la prestigiosa Universidad de Kansas -12º máximo anotador de su historia y séptimo en rebotes- asegura que "sigo amando este deporte y todavía puedo jugar al más alto nivel y tener una vida llena de comodidades, pero en estos momentos siento mayor pasión por dedicarme a otras cosas. Quiero ser ministro cristiano y tutelar a jóvenes atletas en la práctica del deporte. Ejerceré mi ministerio de la mano de la asociación Called to Greatness (llamado a la grandeza) que yo mismo creé el año pasado, así como trabajando con la iglesia de Morningstar de Lawrence, en Kansas".
Varias personas que tuvieron trato directo con él en Cáceres dicen que "su decisión es sorprendente tratándose de un profesional, pero lo es menos viniendo de Wayne. Era un chico con las ideas muy claras y con una escala de valores muy definida, con la fe y su familia por encima de todo". No es de extrañar teniendo en cuenta que su película favorita es La Pasión de Cristo y que su ídolo siempre fue AC Green, el jugador de los Lakers del Showtime , hombre religioso que asegura que se mantuvo virgen durante toda su carrera, finalizada a los 38 años.
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