Carolina del Norte, USA.- La comunidad latina de Charlotte está dividida por un llamado nacional a los indocumentados para boicotear el censo del 2010 si no se realiza un cambio en las leyes migratorias.
El debate está ganando ímpetu en la radio local en español. Algunos presentadores populares apoyan el esfuerzo del boicot encabezado por la Coalición Nacional Latina de Ministros & Líderes Cristianos, o CONLAMIC, una organización con sede en la ciudad de Washington que representa a alrededor de 16.000 iglesias.
La Constitución estadounidense requiere un censo nacional cada 10 años. Los datos se utilizan para distribuir alrededor de 300 mil millones de dólares a gobiernos estatales y locales y hacer ajustes a la representación congresista.
Un conteo incompleto podría afectar a millones de dólares designados para las vías, las escuelas y los hospitales de las Carolinas. También podría determinar si ambos estados recibirán otro escaño congresista.
Los Pastores dicen que la representación política y el dinero federal no les importan a los inmigrantes ilegales, quienes no pueden votar ni pueden gozar de muchos de los beneficios de vivir aquí.
Ellos dicen que el boicot podría ser la única forma de obligar al gobierno a realizar la reforma migratoria.
Roy Crisanto, Pastor de El Tabernáculo de la Unción, una Iglesia Pentecostal en el sur de Charlotte, le insta a sus miembros a no participar hasta que haya un cambio en las leyes.
“El gobierno quiere contar a la gente”, dijo él, “pero no quiere darles los beneficios que acompaña ser contados”.
Crisanto calcula que el 80 por ciento de los 500 miembros de su congregación están en el país ilegalmente. Alrededor de 350.000 inmigrantes ilegales viven en Carolina del Norte, de acuerdo al Centro Hispano Pew. Muchos indocumentados evitan el censo por temor de ser identificados para la deportación.
Tony Jones, portavoz en Charlotte para la Oficina del Censo, dijo que el deber de la agencia es contar cada residente de las Carolinas, no determinar su estatus migratorio. Dijo que es desafortunado que cualquier grupo alentara al público a no participar.
En las últimas semanas, representantes de grupos latinos han iniciado una campaña en contra del boicot. Se han presentado en las emisoras de radio o se han reunido con grupos de las iglesias para predicar sobre los beneficios de ser contado.
“Si no nos cuentan, no existimos”, dijo Cristina La Paz, directora ejecutiva de Mi Casa Su Casa. “Si no existes, no necesitas nada. Para tener acceso a los servicios disponibles a otras comunidades, necesitamos ser contados”.
Las líneas telefónicas estaban ocupadas el viernes pasado por la mañana en la emisora Radio Líder.TV (1030 AM) cuando el presentador mencionó el Censo.
Refiriéndose a los indocumentados no contados como “fantasmas”, Jorge Medina le preguntó a sus oyentes si participarían. Ocho de 12 personas que llamaron al programa dijeron que no lo harían o no creían que les beneficiaría.
Marcos, un trabajador de construcción que no dio su apellido, dijo que ha visto “absolutamente nada” bueno resultar del conteo durante sus 16 años en el país.
Willy, quien trabaja en un restaurante, dijo que el Congreso debería actuar antes del Censo.
“Si tu casa no está organizada, ¿cómo vas a conducir un inventario?” dijo él. “Necesitamos legislación primero, organizar la casa y luego contar”.
Los oyentes en favor del conteo, como Gabriel, dijeron que los inmigrantes se harían daño al no ser contados.
“¿Cómo nos van a dar la reforma migratoria si no saben cuántos somos?”, dijo él.
Miguel Rivera, director de CONLAMIC, dijo que los inmigrantes ilegales en Charlotte y por todo Carolina del Norte se están usando como “cobayas”.
Los políticos –muchos de ellos que promueven políticas anti-inmigrantes– quieren más dinero federal y poder, dijo él. Primero, dijo Rivera, tienen una “obligación moral” a reconocer las contribuciones de los inmigrantes ilegales y aprobar la reforma migratoria.
En el sur, donde se ha realizado un crecimiento exponencial en las comunidades latinas, un conteo incompleto podría ser grande, dijo Ted Arrington, profesor de política en UNC Charlotte.
Si es así, Carolina del Norte podría perder el codiciado 14to. escaño en la Cámara de Representantes.
En total, nueve estados –incluso Carolina del Sur– podría añadir un escaño debido al crecimiento de la población, de acuerdo a un reciente estudio conducido por la firma consultora de política Election Data Services.
Un conteo incompleto podría ser decisivo. El estado de Utah perdió un representante congresista después del censo del 2000 por solo 80 residentes. Ese escaño lo recibió Carolina del Norte.
Fuente: Amén-Amén Noticias
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