Fuente: ¡Amén-Amén! Noticias
San Juan, Puerto Rico.- Al parecer, los cónyuges de los pastores puertorriqueños están insatisfechos con muchos aspectos de su vida marital, incluyendo su vida sexual.
Así concluyó un estudio piloto titulado Actitudes sobre la satisfacción marital en parejas pastorales puertorriqueñas, realizado por el sociólogo José Rodríguez de la Universidad Carlos Albizu de San Juan, el cual evidenció que muchos de los líderes religiosos del país no logran satisfacer a sus parejas íntimamente, aparentemente a causa del estrés que reciben a diario como parte de su ministerio pastoral y por la presión que les provocan las expectativas que pueden llegar a tener la congregación y la comunidad en cuanto a sus roles.
“El problema comienza porque los feligreses ven al pastor como un ser perfecto que tiene para ellos todo el tiempo del mundo y ahí es que viene el descuido en la relación matrimonial”, reflexionó Rodríguez sobre el estudio en el que 93% de las mujeres y el 84% de los hombres expresaron estar insatisfechos sexualmente.
“Parece que, lamentablemente, los pastores llegan tan cansados a sus hogares que se bañan y se acuestan”, determinó el sociólogo a juzgar por los “comentarios” que hicieron los 70 cónyuges de pastores que participaron del estudio, que duró un año y contó con participantes de denominaciones pentecostales, episcopales, bautistas, presbiterianas y evangélicas unidas.
Además de la falta de intimidad, los encuestados mostraron frustración matrimonial pues reciben poca ayuda de los líderes religiosos en las tareas del día a día.
“Sobre todo las mujeres (81%) catalogan como un vago de ocho suelas a los líderes pastorales, pues no las ayudan en los quehaceres del hogar y en el cuidado y crianza de los niños”, manifestó Rodríguez.
Estas cónyuges revelaron, según el experto, que en algún momento les han manifestado sus preocupaciones maritales a los pastores, sin embargo el 90% de ellas no se sintieron comprendidas por su pareja.
“Definitivamente, la iglesia le ha dado más énfasis a la religiosidad, dejando a un lado las necesidades psicológicas de la familia pastoral”, opinó el sociólogo al sugerir que el estudio evidencia una problemática que debe ser atendida con prontitud por las oficinas pastorales de la Isla.
“Hay insatisfacción en las parejas conyugales y hay que comenzar a explorar esos riesgos para que se fortalezcan las posibilidades de intervención”, dijo al mencionar como medidas preventivas la posibilidad de crear talleres para terapia matrimonial o de familia pastoral.
Cabe destacar que los cónyuges elogiaron la labor pastoral de su pareja y resaltaron a Dios como la figura principal de su vida y matrimonio.
De hecho, esa espiritualidad parece ser el consuelo a sus penas pues, según el análisis, más del 96% de los entrevistados sienten que es su fe lo que los ayuda a sobrellevar los problemas matrimoniales que atraviesan.
La insatisfacción sexual y matrimonial que manifestaron sentir los cónyuges de pastores a través del estudio Actitudes sobre la satisfacción marital en parejas pastorales no sorprendió a varios líderes religiosos del país, quienes aceptaron la problemática matrimonial y concluyeron que hay que tomar acción sobre la misma.
“Estamos viviendo en un mundo lleno de situaciones difíciles y los pastores no estamos vacunados contra eso. Tenemos pies de barro y tenemos la misma fragilidad que cualquier otro ser humano”, expresó el obispo Ángel Marcial, de la Iglesia de Dios Mission Board.
El religioso aceptó que los problemas expuestos en el estudio, incluyendo la insatisfacción sexual, son situaciones que ya habían sido identificadas por las iglesias, entidades que “ya están atendiendo el problema”.
“Ya habíamos empezado a mirar para adentro de la iglesia y reconocemos que hay muchas familias pastorales que están sufriendo. Por eso establecimos unas series de ayudas psicológicas y talleres matrimoniales, porque no queremos que las nuevas generaciones caigan en esta situación”, agregó el obispo, quien lleva 21 años casado con Betzaida Cordero a quien considera le ha brindado “un matrimonio feliz”.
Por su parte, la reverenda Eunice Santana, directora del Instituto Caribeño de Acción y Formación Ecuménica, descargó la responsabilidad del problema en la agenda laboral de los pastores.
“Son muchas las profesiones donde hay mucha demanda y mucho trabajo, pero me da la impresión de que los pastores están más comprometidos”, opinó la líder espiritual a quien le “preocupa” el nivel tan alto de insatisfacción sexual. Según el estudio, el 93% de las mujeres encuestadas no se sienten satisfechas sexualmente.
“Definitivamente, tenemos que aprender a tener una vida dentro de la cual podamos estar activamente con nuestra pareja en todos los sentidos”, expresó la pastora al sugerir la comunicación como método remediativo.
“Es importante que se busquen las formas de mejorar la relación, incluyendo lo relacionado al sexo”, dijo.
La sugerencia de la psicóloga Lissette Acevedo, experta en relaciones de familia, está basada en “establecer prioridades”.
Ese cambio de actitud, dijo la profesional, debe estar acompañado de un balance en la agenda laboral.
“Tienen que aprender a dividir el tiempo entre la familia y la congregación, sobre todo considerando que en términos bíblicos la familia es la primera institución”, expresó la especialista al recomendar los talleres matrimoniales como vía terapéutica.
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