
Lo anterior, se concretó tras los acuerdos signados durante el pasado fin de semana entre representantes evangélicos y autoridades de este poblado, a fin de mantener la paz y armonía social, no violentando los derechos elementales y garantías constitucionales de libertad de creencias y culto público.
Los suscritos señalaron que con este acuerdo, queda claro que en Chiapas no existe intolerancia religiosa y que la convivencia en comunidades indígenas, donde existen tradiciones ancestrales, inherentes a la vida cotidiana, se puede dar, a través de los acuerdos, y siempre a favor de la comunidad.
Coincidieron en que era necesario poner fin a los desacuerdos y desavenencias existentes entre ambos grupos, y se determinó además que el grupo evangélico solamente colaborarán en todos y cada uno de los cargos comunitarios.
Con esta acción, se ven beneficiadas 40 familias evangélicas que a partir de hoy vuelven a gozar de estos servicios básicos.
Cabe señalar que Zinacantán, uno de los lugares más tradicionalistas de la entidad y que se ha distinguido en los últimos años por las diferencias que surgen entre tradicionales y evangélicos, goza hoy de otro panorama, esto mediante la intervención decidida y oportuna del gobierno estatal.
Mediante este acuerdo no sólo se garantiza la libertad de creencias de todos los individuos del poblado, sino que se establecen las bases con las cuales el gobierno busca la permanencia de las tradiciones sin que éstas sean ocasión de discordia entre los pobladores.