Fuente: La Jornada
Escribe: Carolina Gómez Mena
Los grupos evangélicos cristianos representan una fuerte competencia para la Iglesia católica romana. En la imagen, aspecto de una manifestación religiosa. Foto Luis Humberto González
A la Iglesia católica romana “le están comiendo el mandado” otras creencias en lo que se refiere a retención y captación de feligreses, consideraron expertos en asuntos religiosos, los cuales destacaron que una de las razones principales es que otras instituciones “sí están talachando” en esa materia.
Aunque también, aseguraron, se debe a las posturas de la Iglesia en torno a diversos tópicos, especialmente los relacionados con la salud sexual, entre ellos el uso de anticonceptivos y su oposición al aborto, así como la explicación que dan a los actos de pederastia cometidos por algunos de sus miembros y la “misoginia patriarcal” que la caracteriza.
Josué Tinoco Amador, especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Iztapalapa, señaló en entrevista que “el número de personas que profesa, practica y obedece a los jerarcas de esta fe cada vez es menor”. Añadió que de acuerdo con censos y encuestas “ya no llega ni a 60 por ciento de los mexicanos la cantidad de verdaderos profesantes, aunque se calcula que la de creyentes asciende a entre 75 y 80 por ciento”.
Elio Masferrer Kan, presidente del secretariado permanente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, precisó que “los que se dicen católicos no pasan de 80 por ciento”, según encuestas de 2005 y apuntó que el Censo de Población y Vivienda de 2000 señala que 88 por ciento de la población se asumía como católica, mientras que una década antes el porcentaje era de poco más de 89 por ciento.
La pérdida de feligresía y sobre todo del número de católicos practicantes, es decir, que siguen los preceptos de su religión puntualmente y están ampliamente comprometidos con ella, por ejemplo en naciones como México, ya es algo imposible de ocultar, sostienen los expertos.
De acuerdo con datos del Anuario Pontificio de 2009, publicación elaborada por el Vaticano, la Iglesia católica sigue en alza, aunque discreta, pues afirma que su feligresía en el mundo representa en los dos años anteriores 17.3 por ciento de la población total, lo que equivale a un crecimiento de 1.4 por ciento anual. Este informe subraya que mientras en 2007 los católicos eran mil 141 millones, un año antes el número ascendía a mil 131 millones, lo que expresa un ligero aumento a escala global.
A pesar de estas cifras, la jerarquía católica mexicana reconoce que está tomando medidas porque “sí hay deserciones”, admitió monseñor Leopoldo González González, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien hizo hincapié en que esto “no es algo alarmante”. Sin embargo, comentó que la Iglesia pone en marcha una “nueva evangelización”, y aprovechó para hacer una crítica a quienes no van tras las “ovejas” y están nada más “atendiendo lo que me caiga, lo que llegue a la iglesia (parroquia)”.
Acotó que “hemos administrado muchos sacramentos, pero hemos evangelizado poco, y ahora se pide que sea al revés; hay que evangelizar mucho, antes de dar sacramentos”. Según el prelado, un católico que no está realmente formado es presa fácil de otros credos.
En esto coincidió el padre Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis Primada de México. “Por desgracia hay que reconocer que los católicos no están suficientemente formados en su fe y fácilmente son presa de sectas o ideologías”, comentó, al reconocer que “efectivamente se ha dado una disminución de católicos”, pero dejó en claro que “no es alarmante y no estamos desesperados: estamos viviendo un fenómeno en que va creciendo la pluralidad religiosa”.
Tinoco Amador refirió que el “declive” que tiene este credo radica en que “a la jerarquía no le interesa que los fieles conozcan el porqué de los diversos ritos; lo que le importa es que se llenen los templos”, y dijo que se comete un error, porque ya muchos católicos lo son “por costumbre y no por convencimiento”.
El distanciamiento, en ocasiones, puede derivar en el abandono al culto “al no responder a los problemas de vida” de la población, comentó Manuel Canto Chac, profesor investigador de la UAM, plantel Xochimilco, quien comentó que al ocurrir esto “la gente paulatinamente busca otros espacios que pueden ser religiosos, de tal forma que llenen ese vacío”, y agregó que algo que ha olvidado este credo es que las personas “se adhieren a una denominación religiosa en función de que ésta responda a su problemática cotidiana”.
Masferrer Kan precisó que el “discurso de esta institución religiosa no tiene nada que ver con la realidad de la población, y no sólo está alejado de la vida cotidiana; está enfrentado a ella”.
Un ejemplo concreto es que, según una encuesta realizada hace algunos años por Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), 85 por ciento de los fieles apoyan el uso de los condones para prevenir la propagación del VIH-sida, pese a que la curia insiste en negarse al uso de este preservativo.
“Si la gente tuviera una vida apegada a la doctrina la gran mayoría de la población mexicana no usaría métodos anticonceptivos, pero no es así. De esto se desprende que lo que se entiende por declararse católico no es lo que cree la jerarquía”, expuso Canto Chac.
Según Tinoco Amador la “Iglesia católica no está sabiendo leer a su sociedad” y expresó lo que ocurre con los jóvenes, para los cuales sólo tiene “regaños” y “prohibiciones”, particularmente en materia de sexualidad, pues les “impide esta práctica”, lineamiento que la gran mayoría desoye.
Para Diego Monroy, rector de la Basílica de Guadalupe, la lectura de la situación es otra, pues asegura que no hay pérdida de seguidores, al menos en la Basílica. “Para mí la experiencia es diferente: aquí vienen millones al año, aquí hay una iglesia viva, no hay pérdida de feligresía, cada día crece más. Sobre todo ahora, cuando arrecian las crisis”.
Consuelo Mejía, presidenta de CDD, dijo que la merma en seguidores se debe a las actitudes de la “jerarquía conservadora” de la Iglesia católica, actitud que se fortaleció desde la gestión papal de Juan Pablo II, lo cual ha “chocado con la conciencia de derechos que se extiende en la feligresía”.
Expuso que otro aspecto que la pone en desventaja ante otros credos es su “ideología ancestral misógina patriarcal”, que ha creado una estructura de “dominio sobre la mujer”. Esto –aseguró– se contrapone con lo predicado y hecho por Jesús. “La Iglesia debe recuperar el verdadero mensaje de Jesús, quien fue el primer feminista de la historia.”
En opinión de monseñor González González, “no hay que creerles a las estadísticas” que indican que el catolicismo va a la baja en México, porque éste “es un país en su mayoría católico”.
© 2009 Secosice, A. C.
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