Fuente: Kairos ACN/ Especial
Cortesía Humus
Cómo ya todos sabemos, México está viviendo un tiempo de mucho estrés y tribulación, a raíz de la propagación del virus de la influenza porcina (Ahora Influenza humana). Si bien, el caso es grave y no sólo está afectando a una porción de la población. En México no habíamos tenido un caso así desde hace tiempo.
Sin embargo, el motivo de éste comunicado es para difundir un mensaje de conciencia.
En tiempos de crisis, económica y además sanitaria, el peor enemigo que vamos a enfrentar es el pánico. La naturaleza de la sociedad misma no está preparada para atender casos como éstos sin entregarse por completo a la histeria y al pánico masivo. Esto no nos va a llevar a ningún lado. Si nos entregamos al pánico, vamos a actuar de manera irresponsable, irracional y sumamente precipitada que culminará en problemas mucho mayores.
No vamos a mentir, la situación es delicada, sin embargo, estamos enfrentando a un fenómeno que tiene solución, el virus es curable, y existe el medicamento necesario para afrontar ésta eventualidad. Debemos tomar en cuenta que tanto en nuestro país, como en el resto del mundo hay el suficiente abasto médico para tratar a todos y cada uno de los enfermos de éste virus.
Sin embargo, lo que jamás podremos controlar, es el pánico histérico que estas enfermedades suelen traer consigo. Es realmente increíble, cómo la gente está comprando histéricamente insumos, medicinas, etc. Cuando tal vez lo que necesitamos comprender es que la herramienta más efectiva que tenemos para prevenir un contagio, es la higiene misma.
Así que amigos, les exhortamos a ser prudentes, a no entregarse a la desesperación y tener en cuenta que existe un problema, pero el problema no sólo se puede prevenir, sino que además, se puede remediar. Actúen sabiendo que existen más personas a nuestro alrededor que nos observan y de quienes podemos ser ejemplo. Seamos ejemplo para los demás, actuemos conforme a lo que han dictado nuestras autoridades, pero sobretodo, actuemos con responsabilidad. Seamos amables, tratemos de que estos momentos difíciles, pasen con la mayor serenidad posible.
Tengamos fe. Fe no es una esperanza, que no tiene nada de malo, La fe es la certeza de lo que no se ve, la convicción de lo que se espera. Tenemos fe de que todo va a estar bien, de que sus familias, amigos y vecinos estarán bien y no nos pasará nada, fe en que vamos a salir adelante.
Jesús es el Único Camino.
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