Por Jeanne Wolf, PARADELa primera vez, cuando se estrenó la versión cinematográfica del best seller de Dan Brown “El Código Da Vinci”, las protestas no alejaron al público de las salas. Ahora está naciendo una nueva polémica: Tom Hanks regresa con “Angels and Demons”, continuación de aquella, coprotagonizada por Ewan McGregor y la sensual Ayelet Zurer. Esta vez, la historia lleva la escena del crimen al Vaticano.
Hanks, que compite tanto en la carrera por el Oscar como por la taquilla, no parece preocupado. Él y el director Ron Howard insisten en que el móvil de la película es el misterio y el suspenso, no la religión ni la política. Y para probarlo, Hanks exhibe un resplandeciente sentido del humor sobre uno de los más comentados estrenos del verano.
Aviso para las personas que pueden sentirse molestas por lo que se verá en pantalla: “Si alguno cree que el film le resultará ofensivo, que no lo vea.
Estoy aquí para decirles: no lo vean. Ni se acerquen, por favor. Se los suplico.”
