
Bajo el sol y un arco iris que adornó el cielo, luego de la lluvia de la tarde de ayer, miles de Evangélicos se reunieron frente al Palacio Nacional de la Cultura, para “tumbarle la casa al diablo”, según dijeron.
Ese fue el objetivo de la jornada de oración por la paz y la juventud que se replicó en las plazas centrales de todos los departamentos.
De acuerdo con Carlos Siu, coordinador general de Tomando mi Nación, como se le denominó a la actividad, organizada por el grupo Frente de Unidad Nacional en Cristo Jesús, en la jornada de oración que se llevó a cabo durante tres días participaron unas 350 mil personas de todo el país.
Ayer fue el cierre de la actividad, que empezó el viernes recién pasado, con ayuno y oración de los participantes, quienes elevaron sus plegarias para que ya no haya más divorcios, extorsiones, ni violencia.
“Son nuestros jóvenes los que más mueren y derraman sangre; solo Dios puede cambiarlos y evitar que se involucren en drogas, asesinatos y extorsiones, para pensar en una vida digna y así cambiar a Guatemala”, expresó Siu.
Después del ayuno hubo marchas, mientras siete aviones y tres helicópteros sobrevolaban todo el país y desde el cielo sus ocupantes pedían que la juventud “se aleje de todas las influencias malas del mundo”, afirmó Siu.
Al final de la jornada, varios líderes de la juventud en sus iglesias fueron nombrados Embajadores de la Paz, por su trabajo con personas de su edad.
Participaron integrantes de 20 mil Iglesias Evangélicas, así como organizaciones de jóvenes y mujeres; todos pidieron paz.
Fuente: ¡Amén-Amén! Noticias