Ciudad de México.- El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores. Gustavo Madero, afirmó que hoy México necesita ser un país de instituciones y leyes, y no de caudillos, corporaciones o clientelas, por lo que hoy más que nunca, urgen reformas para consolidar sus instituciones.Durante su participación en la ceremonia del sesquicentenario de las Leyes de Reforma, encabezada por el presidente Felipe Calderón, Madero Muñoz llamó a trabajar "sin pretextos ni dilación para realizar las reformas que México necesita con urgencia".
"Nosotros somos la generación de la transición democrática, y debemos actuar con el mismo sentido de responsabilidad histórica de los grandes mexicanos que hicieron la Reforma", puntualizó.
El legislador del Partido Acción Nacional (PAN) reconoció además que el país pasa por un momento clave para que todos sin excepción luchen por potenciar toda la capacidad y energía de los mexicanos a través del robustecimiento de las libertades individuales y del respeto a la dignidad de la persona.
"Los ciudadanos esperan de todas las fuerzas políticas la misma capacidad visionaria de mexicanos como Benito Juárez y Melchor Ocampo. Los mexicanos nos exigen que nos concentremos en las reformas de nuestro tiempo, las reformas que consoliden nuestra democracia y que establezcan las bases para un desarrollo económico incluyente", subrayó.
Gustavo Madero agregó que la agenda es clara y todos los actores políticos la conocen, y recordó que en los últimos años se han llevado a cabo múltiples foros, audiencias y diagnósticos, "pero hoy es tiempo de decisiones, se requiere profundizar las reformas económicas, sociales y políticas para relanzar a México con vigor a la modernidad".
El legislador panista añadió que el legado de esta generación debe ser establecer las bases de una democracia más plena, una economía más competitiva y una robusta inclusión social.
Asimismo, dijo, la responsabilidad de la generación de la transición democrática es la consolidación de las instituciones, "es el momento de la responsabilidad histórica para cambiar a México sin odios y sin violencia".
A su vez, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sergio Armando Valls, reconoció que México enfrenta a "los sangrientos enemigos de los ciudadanos pacíficos". "Hoy se habla de una laicidad positiva, es decir, que no considere que las religiones son un peligro, sino que son un valor", mencionó.
Valls Hernández opinó que no se trata de modificar los grandes equilibrios de las Leyes de Reforma.
"Ni los mexicanos lo desean, ni las religiones lo piden; se trata de buscar el diálogo con las grandes corrientes religiosas y de tener como principio el facilitar la vida cotidiana de esas grandes corrientes espirituales en vez de complicárselas", explicó.
Además señaló que "hoy ha llegado el tiempo de que, en un mismo espíritu, las religiones y todas las fuerzas vivas de la nación, miren juntas a los desafíos del futuro y no a las heridas del pasado".
Las Leyes de Reforma, subrayó, marcan el tránsito de un antiguo régimen de autoridad absolutista y de privilegios a un nuevo orden de libertad y de igualdad ante la ley; "régimen del que hoy disfrutamos todos los mexicanos".
