sábado, 9 de mayo de 2009

Una gran multitud en el funeral de Noemi Avila (Yiye Avila oficio en servicio)

Evangelista Yiye Ávila frente al féretro de su hija Noemí, en el Cementerio Remanso de Paz en Camuy, Puerto Rico.

CAMUY, Puerto Rico.- (SECOSICE) Después de una semana de espera por el traslado del féretro, la pastora Noemí Ávila Talavera fue sepultada ayer en el cementerio Remanso de Paz, en su natal Camuy.

La predicadora, de 56 años de edad, murió en un accidente automovilístico el 28 de abril en Venezuela, y su féretro llegó antenoche después de que la familia viajó a la República Bolivariana para coordinar el traslado.

El féretro se expuso ayer en la mañana en la Iglesia Pentecostal MI, ubicada en el barrio Pueblo, de Camuy. Allí acudieron cientos de amigos del Ministerio Cristo Viene, dirigido por el padre de la fenecida, el reconocido evangelista Yiye Ávila.

“Padre, Dios mío, estoy con sinceridad profunda contento porque mi hija está contigo. Cuánto no daríamos los que estamos aquí por estar contigo ahora”, dijo Ávila durante el culto religioso en el que había decenas de líderes religiosos.

El gobernador Luis Fortuño envió como su representante al pastor Aníbal Heredia, director de la Oficina de Enlace de Iniciativas de Fe y de Base Comunitarias. También, el Senado de Puerto Rico envió una resolución de solidaridad con la familia presentada por el senador Ángel “Chayanne” Martínez.

“Ya mi muchachita está allá. El Señor no tenía que explicarme a mí nada, pero el Señor es tan y tan lleno de bendición... que me explicó”, comentó Ávila. “En estos minutitos que vienen busca a Dios con todo, pídele a Dios que cuando suene esa trompeta estés listo”, exhortó a los presentes.

El evangelista dijo que Dios le explicó que se había llevado a su hija para que no estuviera en la Tierra durante los tiempos difíciles que se acercan.

A eso del mediodía, la comitiva fúnebre salió del templo y recorrió las calles del pueblo hasta llegar al camposanto, donde fue enterrada la pastora en medio de una amenaza de lluvia que no llegó hasta que se depositó el féretro.

A la pastora Noemí Ávila, quien tenía su ministerio “Sed Lleno del Espíritu Santo” en Venezuela, le sobreviven sus hijos Miguel, Sulabel Nicole y Sunaholy Shekina Sánchez Ávila.

Dos de los tres hijos de la pastora despidieron el duelo y agradecieron la solidaridad que han recibido.

“Sabemos que mi mamá está en el Reino de los Cielos, más allá de todas las estrellas. Sabemos que, en todo, Dios se mueve con propósito aunque para nosotros no es fácil, es dolor y si estamos aquí es sencillamente por la fuerza del Señor y por las oraciones suyas”, dijo Miguel.

Asimismo, Sulabel expresó que tuvo “una mamá excelente” que dio “toda su vida por lo que Dios le llamó a hacer”.

“Me siento bien orgullosa y sé que a mis hermanos también los hace sentir bien orgullosos de tener una mamá que dio su vida por su llamado y que dio la vida en el corazón del país en el cual Dios la llamó”, señaló la joven.
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